¡Salvados de la destrucción!
!Qué satisfacción recuperar enseres que otros han desechado, para devolverles todo el esplendor! Muchos amantes del bricolaje dedican sus mejores esfuerzos a esta labor conservacionista, preservando amorosamente del olvido y la destrucción los trabajos artesanales. Como sabemos, a menudo los materiales son de buena calidad, y el empeño alcanza un completo éxito.
Aquí vemos los muchos estragos que el tiempo había infligido.
Me puse a trabajar. Una vez retirada la fibra vegetal, había que lijar exhaustivamente. Lijar, tapar los desperfectos con masilla, volver a lijar, poner la imprimación, lijar, pintar, otra vez a lijar... No me repito, hay que hacerlo lijando mucho.
Alterne la lijadora y el papel aplicado a mano. Recortó el respaldo de las sillas, para igualarlas con otras que ya tenía.
Muchos armazones antiguos tienen holguras en las uniones y ensambles, y los clavos que intentaban subsanarlo se convierten en 'enemigos infiltrados': a menudo causan grietas longitudinales que terminan antes o después en roturas. Acertadamente, retire los clavos con unas tenazas, para después encolar las zonas agrietadas y los ensambles.
Toca ahora el turno a los pinceles. Recomiendo aplicar una imprimación, por lo menos dos capas lijando entre una y otra, antes del esmalte definitivo. En mi caso fue esmalte acrílico de color blanco hueso de Bruguer, tres manos lijando entre una y otra.
blanco hueso de Bruguer, tres manos lijando entre una y otra.
Para tapizar los asientos, corte a la medida piezas de aglomerado y las forre con gomaespuma de 2 cm comprada en un taller de tapicería. Después montó una tela que compró hace años, "por fin le di uso".
Me encanta tener cosas que no son del montón, y para esto el tuneo es perfecto.
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